Phoebe

woman standing while posing

BONDAD, VERDAD Y BELLEZA
En L.A. te veo patinar cada día
en el bulevar contiguo a la playa.
Aquí el cielo es un aquelarre azul,
una sed y una fuente, una manía
de imaginarios dragones y sol,
una lívida liviana volvoreta en su
país, su jardín, en su violeta de benjuí.
Bajo este cielo y este sol,
bajo el cielo y el sol de montes e industrias,,
nuestro búnker del amor,
nuestro zulo de la belleza,
nuestra fosa del sexo.

Puro bonum, verum et pulchrum.

 

DONDE PHOEBE ES EL HALCÓN
Amar es como el arte de cetrería;
hay que domesticar al ave rapaz
cuyas garras o hieren o acarician.
Debemos tener paciencia: el amor
es ese animal irracional; seamos pues
indulgentes con los errores primeros;
pero una vez domesticado,
no seamos ilusos; su natural propensión
es volar muy lejos de nosotros.

 

TERAPIA ARTÍSTICA
Pienso: son lobos hambrientos y gatos demoníacos
los que marcan el territorio del amor y la muerte
con sus ácidos orines y el aplomo de sus fauces.
Gatos, lobos, y almas en pena, que gimen en pastosa
pasta de dientes podrida de verdín y maleficios.

Pero viene el Arte, así, medio gagá, vestido de mequetrefe,
de petimetre con foulards rosas, dandy y rosa e inútil,
ondulante como bajío de piratas que amanecen cojos,
y , merced al Arte, tú Phoebe querida, tú melancolía,
te desintegras en cada una de las palabras que te dirijo.

 

TE PROPONGO
Bombardear Las Vegas. Casarnos en Gibraltar, como los huidos de la justicia y que se aman. Ir a Lisboa a embriagarnos con viño verde. Subir aturdidos la torre de Babel. Viajar abrazados en el último departamento del tren. Representar nuestra locura juiciosamente. Escenificar el amor en playas silvestres. Te propongo Phoebe. Te propongo un pacto con el Cielo.

 

UN REGUSTO DE TI
No puedo aguantar lo que me gustas.
Me gustas tanto que temo hacerme pipí.
Me gustas tanto como un retrato de Whistler
-esa noble metáfora en el retrato-
Y engalanada para la ópera o con antifaz y turbante.
O subiendo escaleras de colores.

Debes saberlo; fui un prisionero
que ve la luz tras toda una vida en sombra,
y al que, como dijo el poeta, cuando los gusanos
hagan una cena fría con su cuerpo encontrará un regusto de ti.

 

LACUS SOMNIORUM
La noche es una acrópolis de bellos jugadores canadienses de hockey con los steaks con doble filo como las lanzas de Agamenón. Y entra el alba oportuna a tu sueño como una bailarina con los pies móviles por un anfiteatro de tornasol y arte de fablería. Pero lo más chulo es que te levantarás, te lavarás la cara, pensarás en el próximo café absolutamente necesario, la aurora dejará de ser éter y misterio para ser región divina, pero lo más chulo es la gozada de analizar el look de tu pijama y sonreír en nuestros adentros.

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