Leer a Almudena Grandes, es como estar en un barucho caluroso y rancio de pueblo de postguerra, con morcillas y chorizos grasientos colgados del techo, y una de esas tiras adhesivas atrapamoscas pendiendo encima, mientras temes que una de ellas te caiga al plato, donde masticas un bistec enjuto y reseco con la boca recién salida de una operación en el dentista sin anestesia.
Eso en el mejor de los casos.
(ii)
Tengo un recuerdo brumoso de la prosa de Zoé Baldes, Rosa Regás y Lucía Etxebarría. Una impresión de mujeres turbadas por el apelotanamiento de dudas o amnesias sobre no sé qué. Acaso del abecedario.
(iii)
La poesía de Leopoldo María Panero me recuerda a una chica gravemente anoréxica que al ir al baño en el hospital, y debido a que tiene muy debilitada la musculatura del ano, al defecar expulsa sus intestinos que una enfermera debe después recolocar.
Espero no acabar destruido como él.
(iv)
A Pablo Iglesias le cuadra el refrán gallego «Alábate pavo que mañá te pelan»
(v)
-Si no dejas de ver todo el día películas de acción, te dejo
Orate, orante y diletante. Burgués hacendado, aldeano ilustre. Pienso bien, escribo regular -desearía que con distinción-, y hablo mal. Solitario compulsivo. Lector omnímodo, omnímodo, diagnosticado de bibliopatía. Apocalíptico y antimoderno. Debemos apartar el chusmerío de nosotros y buscar el lujo de la mente, también la bondad. Voltaire: “La terre est couverte de gens qui ne méritent pas qu´on leur parle (la tierra está llena gente a quien no merece la pena dirigirle la palabra) “Por desgracia la expresión coquin méprisable , granuja despreciable, resulta aplicable a un número terrible de personas de este mundo” Schopenhauer. “Nec vixet male qui natus moriensque fefellit” Horacio, “No se da mala vida quien de nacimiento a muerte pasa desapercibido”. Mejor no podría ser dicho. O bien igual Ovidio, “Bene qui latuit, bene vixit”, “Quien bien se esconde, bien se da”. Solo y oculto se está mejor en esta hodierna e híspida civilización donde la publicidad está por encima del logro, la revelación por encima del comedimiento, la sinceridad por encima de la decencia, el victimismo por encima de la responsabilidad, la confrontación en lugar de la cortesía, la psicología sustituyendo la moralidad. Para acabar ya, y como divisa o lema: "Litteras ese solas quae homines ese vere convincat", las letras son la única prueba de que se es verdaderamente hombre.
Ver todas las entradas de christiansanz71