PARA MI AMADA PROFESORA DE LATÍN DEL LICEO
De «El falso aristócrata»
«Une douceur de ciel beurre vos étamines!» Rimbaud
Con letra clara, pausada igual que la respiración,
clara como un potrillo o gato montés en el aire,
escribíais, madame, ubi trascendit florentes viribus annus
con dedos de delicadeza florentina sosteniendo la tiza
y el tigre a vuestro pecho -feroz en la rosada-
despertaba la maleza de los árboles.
Recuerdo vuestros pechos como simas Tártaras
el lugar más profundo del mundo
incluso debajo de los Infiernos
temido hasta por los Dioses.
Recuerdo sus labios alunados tan distantes de lo que en verdad érais
una joven filóloga recién licenciada
aquellas ondas rojas con peligro de magnolias
o la vagabunda piel donde flota y libre se vence la hierba.
Yo palpitaba, me mordía el sexo, el ímpetu me inspiraba,
gozando aquella pasión me llenaba de contento.
Amore ha fabbricato ciò ch´io linio, podría decir con Cavalcanti.
Porque tú eres en mi historia civil verso de amor y prosa de romance,
y es tu cuello un descolgarse de visiones de Benedetta,
y tus ojos zarza en la majestad suprema de la calma,
y tu tiempo lugar de bronceada isla donde bracear a solas.
Con Amor se roturan los campos con nardos
y habiendo llegando vuestra memoria
a estas ordinarias horas menguantes del planeta
a estas horas coturras del comercio y la política
habiendo llegado el mundo a esta calvicie y planicie de ideas y sentimientos
me subo a la nave de ese primer amor
primer y último amor -a partir de ahí todo fue decadencia-
y grito, me muerdo el sexo, me tiro de los pelos,
os agarro desde aquí vuestra boca con mis dientes
para negar -siempre- el requiem aeternum del tiempo.