Llueve. Pocas ganas de leer y de vivir. Hoy traduje, para mí, poemas de Edward Thomas. Quedaron chapuceros, manazas y poco escrupulosos, pero, en cambio, qué dulce es el ocio intelectual, el otium cum dignitate. Traducir es la mejor manera de aprender a escribir; una verdad palmaria, indisputable. Me gustaría traducir a moralistas franceses o bien a los goliardos, cuyo ocio -en contraste- era hedonísticamente tabernario. Tengo varias libretas acabadas con esbozos o primeras versiones de traducciones. El traductor es hoy muy mal tratado por las editoriales, con sueldos de mera supervivencia y gran precariedad. Creo que es un oficio con poco futuro, elegíaco, que acabará pronto como la tejería o la alfarería o la ladrillería, cuestión que explicó con maestría Javier Calvo. Una buena traducción es un hecho cultural muy importante, un aporte muy significativo y trascendental. Viva por ellos. Viva su trabajo. Viva su artesanía.
Viva por ellos
Publicado por christiansanz71
Orate, orante y diletante. Burgués hacendado, aldeano ilustre. Pienso bien, escribo regular -desearía que con distinción-, y hablo mal. Solitario compulsivo. Lector omnímodo, omnímodo, diagnosticado de bibliopatía. Apocalíptico y antimoderno. Debemos apartar el chusmerío de nosotros y buscar el lujo de la mente, también la bondad. Voltaire: “La terre est couverte de gens qui ne méritent pas qu´on leur parle (la tierra está llena gente a quien no merece la pena dirigirle la palabra) “Por desgracia la expresión coquin méprisable , granuja despreciable, resulta aplicable a un número terrible de personas de este mundo” Schopenhauer. “Nec vixet male qui natus moriensque fefellit” Horacio, “No se da mala vida quien de nacimiento a muerte pasa desapercibido”. Mejor no podría ser dicho. O bien igual Ovidio, “Bene qui latuit, bene vixit”, “Quien bien se esconde, bien se da”. Solo y oculto se está mejor en esta hodierna e híspida civilización donde la publicidad está por encima del logro, la revelación por encima del comedimiento, la sinceridad por encima de la decencia, el victimismo por encima de la responsabilidad, la confrontación en lugar de la cortesía, la psicología sustituyendo la moralidad. Para acabar ya, y como divisa o lema: "Litteras ese solas quae homines ese vere convincat", las letras son la única prueba de que se es verdaderamente hombre. Ver todas las entradas de christiansanz71