Quise en mis adentros invasiones dorias y solo suena la mortuoria armonía de un yoyó.
Quise un silencio crudo, una hierba solitaria y dura y mágica, un sexo a gogó, y solo queda el mojigato mecanismo simple y obvio de mi yoyó.
Quise el canto de las ruedas celestes, el cajón áureo de las palabras satinadas, los tojos florecidos de luna, y resta, como una cría de ballena varada en la playa, el zumbido y la herida del bobo yoyó.
¿Y qué es el yoyó?
Pizzas frías,
ademán de subliteratura,
soledad de borracho de bar,
húmedas cuevas sin algas,
negras lenguas de murciélago,
negros confesionarios como oscuros anos,
monedas sin valor,
fábricas abandonadas,
manicomios abandonados,
casas desmoronándose,
mucha televisión de madrugada,
y la sutil perversión
-el mundo no es bueno, ni noble ni sabio-
o perpleja disposición
de que todo esto es inconcebible;
por inconmensurable,
por perecedero,
por efímero.
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Publicado por christiansanz71
Orate, orante y diletante. Burgués hacendado, aldeano ilustre. Pienso bien, escribo regular -desearía que con distinción-, y hablo mal. Solitario compulsivo. Lector omnímodo, omnímodo, diagnosticado de bibliopatía. Apocalíptico y antimoderno. Debemos apartar el chusmerío de nosotros y buscar el lujo de la mente, también la bondad. Voltaire: “La terre est couverte de gens qui ne méritent pas qu´on leur parle (la tierra está llena gente a quien no merece la pena dirigirle la palabra) “Por desgracia la expresión coquin méprisable , granuja despreciable, resulta aplicable a un número terrible de personas de este mundo” Schopenhauer. “Nec vixet male qui natus moriensque fefellit” Horacio, “No se da mala vida quien de nacimiento a muerte pasa desapercibido”. Mejor no podría ser dicho. O bien igual Ovidio, “Bene qui latuit, bene vixit”, “Quien bien se esconde, bien se da”. Solo y oculto se está mejor en esta hodierna e híspida civilización donde la publicidad está por encima del logro, la revelación por encima del comedimiento, la sinceridad por encima de la decencia, el victimismo por encima de la responsabilidad, la confrontación en lugar de la cortesía, la psicología sustituyendo la moralidad. Para acabar ya, y como divisa o lema: "Litteras ese solas quae homines ese vere convincat", las letras son la única prueba de que se es verdaderamente hombre.
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