Libro dos desabafos 110

EN EL CASTILLO DE WARTBURG

A su madre demente guarda el lógico en un asilo

de ancianos, ese arrumbamiento de fardos

inservibles, deseando, obscenamente, que la

Naturaleza termine lo que muy mal acabó. Tiembla

el lógico al imaginar ese ametrallamiento de

hedor a pañales, papillas y meados. Tiembla

y llora por dentro al oír tantas palabras negras

olvidadas en el limbo. Babea ventosa la noche.

De la cama a la silla y de la silla a la cama.

***

Mamá, Pulgarcito, Campanilla y Blancanieves

te cantan boleros. Las hadas, mamá, las bellas

hadas existen. En el bosque brillan libélulas aladas.

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