El capítulo 6 de la obra de N.Carr, «Superficiales. ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes?», trata de cómo la tecnología digital cambia nuestro modo de leer (pp.125-131) y cómo cambia o cambiará nuestro modo de escribir (pp.131-142) Por claro y perspicaz y documentado resulta muy persuasivo. El mundo digital no es un simple cambio de tinta por píxeles. Cambia y trastorna toda la ecología y mecanismos de la lectura y la escritura. Y lo hace, encima, de un modo profundo. Todo lo que se conecta a Internet (en jerga, «se expande» «y mejora») incorpora cambios en el estilo de lectura y escritura. Nos volvemos autoindulgentes y descuidados en nuestros correos electrónicos, obviando consideraciones estilísticas, escribimos -o propendemos a escribir- como el modelo del medio en que nos encontramos; con frases no demasiado complicadas, sin expresiones deliberadamente rebuscadas, y tenemos inclinación a socializarlo todo, a incrustar las reflexiones o experiencias en redes sociales. La arquitectura modular típica del medio online nos incita a usar otros modelos de presentación narrativa, el «cortar y pegar» nos incita asimismo a crear libros nuevos a partir de retazos de libros viejos, y ya son una realidad videos y multimedia adheridos a textos, o bien textos donde hay hipervínculos desde las palabras (el silencio ya no es un ingrediente de la mente del lector o escritor, y la interrupción se enseñorea en todos los procesos como una hidra que devora el tempo lento y continuo). No, no podemos argüir con convicción que vivimos en la Era Tipográfica, en la Era del Libro, en la Edad de la Imprenta. Una época posliteraria eclipsa todo un conjunto de referentes y asunciones fijas. Cantemos o susurremos una elegía a Gutenberg.
Elegía a Gutenberg
Publicado por christiansanz71
Orate, orante y diletante. Burgués hacendado, aldeano ilustre. Pienso bien, escribo regular -desearía que con distinción-, y hablo mal. Solitario compulsivo. Lector omnímodo, omnímodo, diagnosticado de bibliopatía. Apocalíptico y antimoderno. Debemos apartar el chusmerío de nosotros y buscar el lujo de la mente, también la bondad. Voltaire: “La terre est couverte de gens qui ne méritent pas qu´on leur parle (la tierra está llena gente a quien no merece la pena dirigirle la palabra) “Por desgracia la expresión coquin méprisable , granuja despreciable, resulta aplicable a un número terrible de personas de este mundo” Schopenhauer. “Nec vixet male qui natus moriensque fefellit” Horacio, “No se da mala vida quien de nacimiento a muerte pasa desapercibido”. Mejor no podría ser dicho. O bien igual Ovidio, “Bene qui latuit, bene vixit”, “Quien bien se esconde, bien se da”. Solo y oculto se está mejor en esta hodierna e híspida civilización donde la publicidad está por encima del logro, la revelación por encima del comedimiento, la sinceridad por encima de la decencia, el victimismo por encima de la responsabilidad, la confrontación en lugar de la cortesía, la psicología sustituyendo la moralidad. Para acabar ya, y como divisa o lema: "Litteras ese solas quae homines ese vere convincat", las letras son la única prueba de que se es verdaderamente hombre. Ver todas las entradas de christiansanz71