Diario

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Lunes

En nuestra vida ordinaria, en los trabajos y declaraciones del mundo, percibes la escrupulosa y minuciosa mezquindad de la inteligencia y la sensibilidad defraudada. Un desincrustante o antídoto es ir a la busca del Arte, allí donde se aúnan intensidad, brillantes lenguajes y elucidaciones de experiencias imaginativas o inferenciales. De alguna manera el Arte es un movimiento de deleite hacia una (muy) alta tierra feliz. El Arte es la ley placentera de la forma lograda. El gozo de asimilar la grandeza. Los artistas son custodios o pastores de la conciencia invisible y también de las regiones inmediatas que no se atreven a deshacer maleficios o pájaros de mal agüero. El Arte es plural, pero siempre provoca que tú te transformes en el más enamorado. El Arte aumenta la cantidad de Bien y el diámetro de la realidad («una vida sin cercados» Larkin) Aunque los artistas se metan en chanchullos, el Arte es una finalidad sin fin desinteresada (Kant)

A un poeta le ronda en su interior como una vaga sombra o una desfigurada silueta un poema durante un mes, o dos, o un año, hasta que esa insinuación se ejemplifica y afluye al exterior. Los poetas de las redes sociales somos poetas menores porque no seguimos ese método semi-onírico sino que escribimos a impulsos impremeditados e inmediatos o irreflexivos. Invito a que se lea gran poesía, poesía de indubitable grandeza y calidad. El gusto es comparativo y se engendra (y nutre y se perfila) en la comparación. Marwan -leerlo- no produce un movimiento de deleite placentero y armónico, sino un sonrojo de displacer estético. Esa percepción nace al leerlo comparándolo con Auden, Ponge, Cernuda, Machado, Heaney, Milosz, etc… La emoción de Marwan se hila a la saga adolescente «Crepúsculo», la emoción de Auden se trama en una de las mayores inteligencias que cristalizó el siglo pasado. Una vida defraudada también es mezclarse con mezquinas inteligencias derrotadas. No lean a Marwan (ni a mí, por supuesto) sino a Borges y sus pares. Vivirán más y mejor.

Me acuerdo de aquello de Rubén Darío: muy bonitos, muy bonitos, los versitos.

Si hubieran medicado a Juana de Arco no se hubiera salvado Francia.

¿Quieres ser libre? Levántate cada día a las cuatro de la mañana.

Mi soledad farfulla ociosa e inepta como la «p» en la palabra «psique».

Para transformar un niño en adulto existen cuatro factores decisivos: (1) los padres(2) los coetáneos (el «peer group») (3) la escuela y (4) los medios. Todos viven, a mi juicio, una quiebra monumental.¿Qué soluciones hay?

La augustas plegarias de la mente, son la atención y el entendimiento. Mirar en lugar de ver, analizar y estructurar experiencias en lugar de meramente tenerlas. Caer en la cuenta y sopesar, dos propiedades del espíritu que yo creo ya exiliadas definitivamente de la mayoría de los hombres.

Dos poemas dedicados a poetas enemigos (que ultivo con mimo y pagaría si me faltasen)

(1) De rabizas, piltofreras, truchas pellejas,

de zimitarras y zurrapas rancias tus guedejas,

hediondo, legañoso, tocino, puto y cornudo,

bujarrón, hijo de mulatero, coño flojo,

ladrón público, pelotudo caraliendre, gordo culo,

enorme tobogán de piojos, enorme capullo,

ay mozo, doncel memo, alma de sepultura:

¡Tintín te la meta en tu fofa musculatura!

(2) SIN MOLLERA Y SIN SESERA EL POETA LO PETA

Gallipavo senil, gagá y cogotero,

meapilas y cagapoquito, gallifante, loquito,

de poesía mandril para macacos,

andrajo salido de Tele Cinco,

empalagoso y baboso, churrigueresco,

escribe tu libro gordo de Petete y sucia Pelambre,

garbancero que me imita incapaz de plagiarme;

pero yo, pardiez, aprecio tu bajo cómico tocino

como se aprecia a un lelo redondísimo como vecino,

tus terminantes versos de percebe pelagambas,

tu inacable jeta de berza pagafantas,

tu inteligencia peso mosca que no se desgasta,

esas boutades con que trincaste la pasta

y tus éxitos de carapollo, de cararrana, de pimpollo,

el que sumes a Lope y Quevedo, a los desdichados ojos,

versos de indio monguer y cacaseno,

pinga enana, badajo enclenque y lira de ajos,

poemas con pérdida de orina e ideas de tebeo.

Hueles a ácido úrico, a fumar bosta con el peta,

Un abrazo poeta. Te lee Forrest Gump, y la “tieta”.

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