
Tu tío inventa una momia, saca una palabra pedante
de alguna vieja biblioteca con ratones
para que tú puedas vivir por encima de tu destino e ir con la historia.
Pasan selvas de hielo en la amigdalitis de la metrópolis.
Amanece la Gran Puta Escrufolosa.
Anteayer llamé al 112 porque creía tener un infarto
y vino el helicóptero, la ambulancia, creo que también Marta Sánchez;
no, niña-columpio, la muerte es un hada de agua hermosa,
la Gran Puta es la Vida.
Tengo ganas de irme.
Y no ver más avisos oníricos generados por la fiebre alucinatoria de
locos babeando que sustituyen a la Razón. Ni esbozos de párvulos
imponiéndose a las obras maestras. O clínicas de leyes enfermas
esponsorizando Mundiales de Fútbol.
Y ese logo talibán campeando en los pins del campus.
Cuenta los días y mide tu camino, cerdita mía.
Vive con luz de estatua, mi castor y lechón. La muerte pronto me alcanzará.
Nunca desde el más allá vea tu mirada fangosa u oblicua,
sin amor verdadero. Más que tu sabiduría o tu silencio,
que por ti hable un oráculo enamorado.
Estoy borracho y cansado. Escribo mal.
Tiendo al tono severo frailuno.
Libro de Ética de ESO, página diez:
«Aprende a perdonarte los pecados, a abolir la energía de tu contrición.
Eres más que la suma aritmética de virtudes y vicios.
Aprende, aprende mi amada escarola, mi manzana con gusano,estos versos de Young:
«Perdona tus crímenes, perdona también tus virtudes,
esas faltas menores a medio camino de lo correcto»
Reacciona al retroceso y al avance.Copio y pego estas palabras de Beaumont y Fletcher pensando en ti, hablando contigo con el teclado
«El hombre es su propia estrella; y el alma que puede
hacer un hombre perfecto y honesto
domina toda luz, toda influencia, todo hado;
nada le ocurre pronto o demasiado tarde.
Nuestros actos son nuestros ángeles, para bien o para mal,
sombras fatales que nos acompañan en silencio»»
Me tomo una rebosante copa para brindar por nuestro amor hermoso inagotado.
Me tienes tarado.
Chin, emperador Ming, chin, chin, enana.
El chino viene de China, el paki no así del pequinés.
Con el cerebro, baby Flash Gordon, y el hula hop, estudia inglés.
Chin chin, flan y carmín, nena y nana.