Efectos particulares que produce la persecución de los goces en un periodo moderno

Photo by Juan Pablo Serrano Arenas on Pexels.com

¿Qué hago aquí sin libros ni poetas? Debo irme

más allá de la frontera, a un monte naranja.

Aquí la Polis hiede de demasiada mugre,

aplastada por olas de imbecilidad que vadean los ríos,

donde ennegrecen los centros nerviosos de las aves

y cuadros esotéricos con serpientes cuelgan de los museos.

Baja Jerjes a la ciudad con todo su séquito. Parásitos

recubren vidriosos los bosques de encinas. Ni uno solo,

ni uno solo tiene los ojos puestos en los astros, ni uno solo

afila su pensamiento por volar sobre la multitud,

ni uno solo no deja de talar árboles obsesivamente

diciendo que apestan a luz y ruiseñores.

Aquí la Mueca Retumbante, el Ocaso

Gris de Grosellas y Tordos, la Helada

Agua que Galopa una Noche de Mentira.

Con el fuego apagándose en las fraguas,

y espesos bibelots kitsch hormigueando en los estantes

de las bibliotecas. Turismo, clases de deporte

y sexo, suplantan a la historia del arte, un sentimentalismo

obligatorio llena los ojos de estos pajarillos disecados, el lodo

amasado en pus asfalta las calles, el sopor somnífero del opio

y el efecto balsámico de la televisión, arrastra todo

como un alud de inercia mediocre, estúpida y embrutecida.

La gentuza se rellena de mero miedo a la libertad,

a sí misma, a la soledad, y a la grandeza.

La consolación del dinero desbanca a la consolación

del estudio. Sobre la nieve ovoides huellas fecales.

Debo caminar y caminar, y llegar al mar lo antes posible,

debo sumergirme en aguas azules, robles y campos de estrellas.

¿Acaso no es un bosque un gran sitio para ir a vivir?

¿Estaré solo, o con Drake y también con Walter Raleigh?

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s