Diario de un esquizofrénico 84

(Tontos)

«Asyneti», «cataplex», «credulus», «thtuus», «grossus», «jebes», «idiota», «imbecillis», «inanis», «incrassatus», «inexpertus», «insensatus», «insipiens», «nescius», «rusticus», «stolidus», «stultus», «stupidus», «tardus», «turpis», «vacuas», «vecors», encontramos, entre muchas otras, como sinónimos a la palabra «tonto». No sé hasta qué punto yo me creo mis propios mitos.

Cualquier ser humano posee un equipaje genético único y tiene unas experiencias también únicas e intransferibles. Probablemente sea aquello que los filósofos analíticos llaman «error de categoría», o aquello que los lógicos llaman «sobre-generalización», hablar de «multitud», «muchedumbre», «masa». Los humanos tenemos todos un aire de familia, en el sentido técnico que Wittgenstein atribuía al concepto. Prefiero pensar ahora (durante diez minutos) con optimismo. Exagerar –si exagero- es una forma de impactar, y diario no es un tratado científico sino un género retórico de ficción y persuasión emotiva.

***

Preocupación por la inflación de los cuerpos y despreocupación por la deflación de los cerebros.

***

Estrellas del campus, célebres activistas mediáticos, profetas del mercado en sus selectos «Think tank«. Los nuevos intelectuales.

Pequeñas e influyentes ideas en intelectos embarazosamente mediocres para pequeños acontecimientos propios de un mundo decadente.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s