Nací en la burguesía hacendada culta, con muebles de estilo eduardiano y salas espaciosas de techos altos; éramos señores de Barcelona, en una época en que el dinero lo tenía quien debía tenerlo.
Libros en cuatro idiomas encuadernados en pieles negras, chimenea de madera maciza tallada, cerámicas azules y blancas, flores rosas, restaurantes de categoría no discutible, mesa de juegos, sofás decorados con chales, suelo encerado y conversaciones muy inteligentes a la hora de comer. Vivir ahí era como vivir dentro de la opulencia del Arte.
Mi madre se muere. Se acabó aquella dulzura intemporal de la existencia. ¿El ahora? Periodistas sub-dotados sacando hilo (o embrollando) subnormalidades deportivas, rosas o de mero magazine. Libros recargados de ignorancia de la gramática y con aventuritas de capa y espada. Horrorosa y analfabeta España tatuada.
Nuestro carácter gratuito nacía del optimismo. Ahora priman pasiones mezquinas y vulgares, brutalmente desatadas. España intestinal.
No contenerse representa una inobservancia de los debidos modales. Pero constatemos: mi madre ha sido deleite, excelencia y distinción para mi mente; vosotros, vil basura.
Orate, orante y diletante. Burgués hacendado, aldeano ilustre. Pienso bien, escribo regular -desearía que con distinción-, y hablo mal. Solitario compulsivo. Lector omnímodo, omnímodo, diagnosticado de bibliopatía. Apocalíptico y antimoderno. Debemos apartar el chusmerío de nosotros y buscar el lujo de la mente, también la bondad. Voltaire: “La terre est couverte de gens qui ne méritent pas qu´on leur parle (la tierra está llena gente a quien no merece la pena dirigirle la palabra) “Por desgracia la expresión coquin méprisable , granuja despreciable, resulta aplicable a un número terrible de personas de este mundo” Schopenhauer. “Nec vixet male qui natus moriensque fefellit” Horacio, “No se da mala vida quien de nacimiento a muerte pasa desapercibido”. Mejor no podría ser dicho. O bien igual Ovidio, “Bene qui latuit, bene vixit”, “Quien bien se esconde, bien se da”. Solo y oculto se está mejor en esta hodierna e híspida civilización donde la publicidad está por encima del logro, la revelación por encima del comedimiento, la sinceridad por encima de la decencia, el victimismo por encima de la responsabilidad, la confrontación en lugar de la cortesía, la psicología sustituyendo la moralidad. Para acabar ya, y como divisa o lema: "Litteras ese solas quae homines ese vere convincat", las letras son la única prueba de que se es verdaderamente hombre.
Ver todas las entradas de christiansanz71