La ley no puede apaciguar a un burdo, palurdo perseguidor de maricas. Son pues lícitas las representaciones de erotismo homosexual. La ley no puede apaciguar al que considera sacrosantas sus ideas políticas o religiosas. Son pues lícitas la burla y animadversión a favor y en contra del aborto, a favor y en contra de la monarquía española. Por lícito entiendo no reglamentado en un tipo penal. La ley puede y debe tolerar males que la moral y la buena educación condenan, mucho más enfáticamente en un contexto artístico. El empeño moral no puede apoyar una ley censora. El empeño moral no es el faro decisivo del legislador. El Mal y la Ley, el Bien y la Ley, no son sinónimos. No todo lo bueno debe ser legislado; ése es un muy mal principio. No todo lo malo debe ser prohibido; ésa es mala máxima. Existe un ámbito moral allende la ley. Existe una censura moral más allá de la ley. Existe una aprobación moral más allá de la ley. En la sociedad contemporánea vivimos en un legalismo irracional y asfixiante. Todo son normas. Abuso de normas y demasiadas personas, tal la definición de nuestra época. Me gustaría se instaurara una moral natural de la virtud. Así, seguro, se evitarían la ofensa de que se legisle hasta la nimiedad más inútil, y se evitaría el peligro inminente de la censura. Vivimos malos tiempos.
Censura
Publicado por christiansanz71
Orate, orante y diletante. Burgués hacendado, aldeano ilustre. Pienso bien, escribo regular -desearía que con distinción-, y hablo mal. Solitario compulsivo. Lector omnímodo, omnímodo, diagnosticado de bibliopatía. Apocalíptico y antimoderno. Debemos apartar el chusmerío de nosotros y buscar el lujo de la mente, también la bondad. Voltaire: “La terre est couverte de gens qui ne méritent pas qu´on leur parle (la tierra está llena gente a quien no merece la pena dirigirle la palabra) “Por desgracia la expresión coquin méprisable , granuja despreciable, resulta aplicable a un número terrible de personas de este mundo” Schopenhauer. “Nec vixet male qui natus moriensque fefellit” Horacio, “No se da mala vida quien de nacimiento a muerte pasa desapercibido”. Mejor no podría ser dicho. O bien igual Ovidio, “Bene qui latuit, bene vixit”, “Quien bien se esconde, bien se da”. Solo y oculto se está mejor en esta hodierna e híspida civilización donde la publicidad está por encima del logro, la revelación por encima del comedimiento, la sinceridad por encima de la decencia, el victimismo por encima de la responsabilidad, la confrontación en lugar de la cortesía, la psicología sustituyendo la moralidad. Para acabar ya, y como divisa o lema: "Litteras ese solas quae homines ese vere convincat", las letras son la única prueba de que se es verdaderamente hombre. Ver todas las entradas de christiansanz71