Las nuevas categorías de pensamiento y asociación no prescriben lo alto versus lo bajo, lo refinado frente a lo romo y vulgar, la calidad en oposición a la popularidad. Las anteriores son categorías victorianas, y quienes las defendemos unos dinosaurios del pleistoceno. Hoy todo gira en el vector lo cool ante lo square -carroza-, lo muy hot como opuesto a lo demodé. El arte, el sexo, la política, la moda, los productos, las estrellas del celuloide o del rock o de la pantalla o de interné, las películas, el comercio, el debate, la literatura, el marketing, las nuevas tecnologías, todo se reordena en un campo como de celebrities donde estás in o bien out. La sofisticación intelectual nada tiene que ver con estos nuevos modos de ambición moderna. La figura del crítico o intelectual es como la de alguien con polainas y peluca empolvada, levemente -o claramente- ridículo y que se sustituye por el agente del entertainment. Vivimos en el capitalismo hip, donde reina la velocidad, la notoriedad, el buzz y lo cool. La jerarquía y la clasificación son una figura arrumbada, como la economía feudal. El futuro es Shakira y Piqué, la decadencia es Henry James o Michelet. El nuevo gobierno de Sánchez es un inequívoco ejemplo de esta estetización espectacular de lo público y su discurso. Sobran un Saint Simon o un cardenal de Retz, pues ¿no molan más acaso los astronautas y las vaginas múltiples?
Desjerarquización
Publicado por christiansanz71
Orate, orante y diletante. Burgués hacendado, aldeano ilustre. Pienso bien, escribo regular -desearía que con distinción-, y hablo mal. Solitario compulsivo. Lector omnímodo, omnímodo, diagnosticado de bibliopatía. Apocalíptico y antimoderno. Debemos apartar el chusmerío de nosotros y buscar el lujo de la mente, también la bondad. Voltaire: “La terre est couverte de gens qui ne méritent pas qu´on leur parle (la tierra está llena gente a quien no merece la pena dirigirle la palabra) “Por desgracia la expresión coquin méprisable , granuja despreciable, resulta aplicable a un número terrible de personas de este mundo” Schopenhauer. “Nec vixet male qui natus moriensque fefellit” Horacio, “No se da mala vida quien de nacimiento a muerte pasa desapercibido”. Mejor no podría ser dicho. O bien igual Ovidio, “Bene qui latuit, bene vixit”, “Quien bien se esconde, bien se da”. Solo y oculto se está mejor en esta hodierna e híspida civilización donde la publicidad está por encima del logro, la revelación por encima del comedimiento, la sinceridad por encima de la decencia, el victimismo por encima de la responsabilidad, la confrontación en lugar de la cortesía, la psicología sustituyendo la moralidad. Para acabar ya, y como divisa o lema: "Litteras ese solas quae homines ese vere convincat", las letras son la única prueba de que se es verdaderamente hombre. Ver todas las entradas de christiansanz71