Diario

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(i) Estrellas del campus, célebres activistas mediáticos, profetas del mercado en sus selectos «Think tank».

Pequeñas e influyentes ideas en intelectos embarazosamente mediocres para pequeños acontecimientos propios de un mundo decadente.

(ii) BISBE DE SOLSONA

*Dice (extrañas y coruscantes maravillas)

que en el obispado la conoció

y el más sólido milagro le dio

su coño cada alba…y sus negras tetillas.

*Quien se abrasa no sabe

dónde hallar coca y nieve;

sépase que donde ella vive,

allí mi lefa, frente y bonete.

*Agente de negocios de Belcebú y Cupido

este solsonés obispo tan pulido como ido

que su cosita a la grosera divorciada mete y mete

de la «a» a la «zeta», feliz como en celo el perrete.

*Todos le ruegan por la Virgen al obispo

que saque la estaca y deje el chispo

y se olvide de esa diabólica mujer.

Él dice bien serio: «No pué ser, no pué ser»

(iii) EL POETA

Yo tengo un primo poeta

que en las Redes lo peta:

lo presenté al Padre Santo,

y el Padre Santo me dijo:

«Hijo mío, no es pá tanto»

(iv) «En esta estúpida y tediosa época lo más excéntrico que uno puede hacer es tener cerebro» Óscar Wilde.

(v) «Yo festejo y acaricio la verdad en cualquier mano que la encuentro, y me rindo a ella alegremente, y le someto a ella mis armas vencidas en cuanto la veo acercarse» Montaigne, Éssais, III, VIII: 902

(vi) Feliciten a Marwan. Hoy empieza 1º de Primaria.

(vii) «Guerra y paz» es la novela típica en que te dices a ti mismo «voy a dedicarle las próximas ocho horas en silencio y soledad».

Acaso sea una reliquia o efecto secundario de vivir en un entorno en que no se tenía acceso a casi nada. Es casi un recordatorio -leer estos novelones- a la época feudal o bien victoriana, donde existían en su vida cotidiana grandes espacios de ocio sin interferencias ni conexiones, sin despistes ni distracciones.

Anna Todd es una escritora de veinticinco -creo, no lo comprobé en Google- años. La típica chica americana. Su prosa es más mecanografiada o tecleada que elaborada. Pero no nos precipitemos en prejuicios solemnes de literaturidad o la excluyamos sin más de la República de las Letras. Su novela «After» (una nulidad desde el punto de vista estético) es en muchos aspectos una cristalización del fenómeno y la fantasía Wattpad; ¿una mamarrachada? bueno, su prosa es casi lo mismo que una sesión de chat y su imaginación un batiburrillo de fanfic y series de Netflix, pero cuajó en el imaginario de la lectura y gustos colectivistas.

Las historias de los escritores en la Era de Internet se han vuelto interactivas, la lectura y la escritura subsiguiente responde a estímulos sociales constantes. La lectura es social y no solitaria. La escritura es social y no solitaria. Es el paradigma en que se inunda o impregna un joven de hoy.

¿Leer Guerra y paz? ¿Middlemarch? Algo de carrozas y dinosaurios como la prensa de papel o el sombrero de nuestros abuelos, algo pasado de moda igual que los zuecos o el techado de paja.

(viii) Tres horas con un martilleo de voces en la cabeza. Y, casi antes de extinguirse, se destaca una del coro que me grita: «Soy un sonido atonal / en tu cerebro criminal / bien real».

Hijas de puta.

(ix) De Francesco Petrarca son estas palabras tomadas de su libro «Remedios contra la buena y la mala suerte», 1, xliv:

«Gozo: Escribo libros.

Razón: Mejor harías en leerlos, y mucho mejor sería si convirtieses lo leído en una buena norma de vida. El conocimiento de las letras sólo es útil si se pone en práctica y se confirma con obras, no con palabras. De otro modo, muchas veces se confirma, como está escrito, que el conocimiento hincha de vanidad. Entender con claridad y prontitud muchas e importantes cosas, recordarlas con seguridad, contarlas de modo brillante, escribirlas con arte y declamarlas placenteramente, si todas estas cosas no tienen aplicación a la vida, ¿qué son sino instrumentos de una vacua petulancia, qué son sino trabajo y ruido sin provecho?»

(x) La sociedad lectora se divide en dos clases o conjuntos, los lectores tradicionales o clásicos, de libros de papel especialmente, capaces de convertir la información en conocimiento (pues adquirieron el don de discernir, saben dirimir y procesar, pueden criticar y evaluar la información), y los «nuevos lectores», casi todos jóvenes o muy jóvenes, fascinados por las nuevas tecnologías, que leen y se informan en Internet, que se comunican ampliamente gracias a las redes sociales.

Este es un tipo de lector que lee muy pocos libros o ninguno (y, si los lee, son de pésima calidad), y que también en muchas ocasiones tiene dificultad para discriminar los mensajes, o, incluso, no entiende alguno de ellos.

Para los escolásticos el «trivium» consistía en el estudio de la gramática, la lógica, y la retórica. Una persona bien educada domina la gramática (entender), la lógica (analizar) y la retórica (opinar) En las civilizaciones con ingredientes de barbarie (como la nuestra), abunda la retórica sin lógica, e incluso la retórica sin gramática.

Cada vez tengo menos esperanzas en mis antiguos ideales ilustrados. El colegio hace mucho que no enseña gramática, en la enseñanza media la lógica es un desastre sin paliativos, y los universitarios son meros retóricos a la violeta.

Otro lenguaje (como ese tan degradado que empieza a ser bastante frecuente) implica otro mundo y otros sentimientos de la vida. Prefiero, lo confieso, mi celda monástica. Lo contemporáneo me derrotó.

(xi)

Te amo Adriana Lastra hasta el dolol,

mi corasón no soporta tanto amol.

Tienes un cuerpo tan tropicá,

una cerebrón tan super sensuá…

Quiera Dió que te ponga mi butifarra,

sueño con anos y anos de mandanga.

Me querrás con vudú o burundanga.

ERE que ERE, ERTE con ERTE… y arra con arra.

(xii)

-Tía, ¿qué lees?
-La odi, o sea.

(xiii) Antes las cabezas rodaban. Hoy giran sobre un eje vacío.

(xiv)

(a) Se iluminan las ciudades con farolas, pero se hace de noche en el mundo moral (tomado de Víctor Hugo)

(b) «Pronto lo habrás olvidado todo, pronto todos te habrán olvidado» Marco Aurelio, Meditaciones, VII, 21

(c) Wittgenstein subrayó que Schopenhauer era un verdadero filósofo debido a que se convirtió en «a teacher of manners», un maestro de costumbres, un ejemplo de ética, alguien que supo poner sabiduría en la vida, un modelo biográfico. A cuánta distancia de los aburridos filósofos académicos y sus rutinas miserables.

(d) «Simul et jucunda et idonea dicere Vitae», Horacio, hablando de la función de la poesía en su Arte poética, I, 334. «Y al mismo tiempo decir cosas agradables y adecuadas para la vida».

(e) Se glorifica (de boquilla) la sabiduría, pero se lee (y publica) la fruslería.

(f) ¿Cómo es ahora el mundo? Solo quedan lobos para alimentar a los lobos en las ciudades vacías.

(e) Ajos y zorzales helados,

vacías tripas de búhos hambrientos,

ratones gordos escondidos en los párkings

obturando los ejes de la cuadriga,

entrometiéndose en los motores de los coches,

desterrando la verdad y la belleza

del corazón de los hombres.

Cruzan las fronteras los bárbaros trayendo el viento de la muerte.

Cada vez la tierra llenándose, cada vez hospedando a más

tatuados ilotas de la palabra. Y cuando

piensas en las estrellas de repente

se manchan de grasa las flores

Ni algo maravilloso (o su memoria)

queda en todo lo que fue Cultura,

Naturaleza o glaciales Dioses.

(f) «En las últimas semanas duermo muy intranquilo. Siempre sueño con el servicio. Sueños que me llevan siempre a la frontera del despertar. En los dos últimos meses me he m[asturbado] únicamente tres veces. Las personas que me rodean me dan asco, y esto ocurre en contra de mi voluntad. Con frecuencia me aparecen, no como personas, sino como máscaras grotescas. Hoy, estado de máxima alerta. Mi comandante es muy amable conmigo. Piensa en la meta de la vida. Es lo mejor que puedes hacer. Debería ser más feliz. ¡¡Oh, si mi espíritu fuese más fuerte!! Bien. ¡Dios sea conmigo! Amén» (Anotación del 28 de Mayo de 1916 de Wittgenstein en su Diario) A mí a veces también me resulta insoportable la abyección de mis camaradas. El filósofo vienés habla consigo mismo, pero uno tiene la impresión que se dirige a todos nosotros. Profesar un modo de vida muy diferente al común, es ejemplificar una sabiduría, vivir una filosofía. Wittgenstein, con esa peculiar intensidad o incandescencia indiscernible del genio, fue otro «master of manners».

(g) No despertemos al dios Pan. Que en prados, bosques y rascacielos reine el silencio. No debemos despertar al dios Pan.

(h) Recorrí poco mundo, y encima sin los ojos abiertos.

(i) «Cualquier talento se echa a perder cuando los temas que plasma carecen de valor. El arte de nuestro tiempo cojea tanto precisamente porque nuestros artistas más recientes carecen de unos temas dignos. Es algo que nos afecta a todos; tampoco yo he sido capaz de negar mi propia modernidad» Goethe, en Conversaciones con Goethe, de Eckermann.

(j) ¿Si tan acordes van el vino y la vida?

¿Por qué mamá me prohíbe la bebida?

¿No será la ginebra mi actriz preferida,

la que tiene en los labios mi herida favorita?

(k) A mí mismo: no negaré el mérito que tiene el que lograras alcanzar semejante excedente de estupidez.

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